Ya no sabía lo que era cierto y lo que era mentira. No sabía a quien quería y lo que deseaba hacer con su destino.
Ella le quería y él no lo sabía( o lo sabía y se hacía el tonto). Pero las cosas eran más complicadas de lo que parecían.
Ella esperaba que él diera el primer paso por miedo a no ser correspodida, si era ella quien comenzaba el juego.
Esperaba una sonrisa, una palabra, algo que la hiciera comprender que no se equivocaba con él.
Pero eso nunca llegaba, o si lo hacía eran unas señales muy débiles.
Desde el primer día que le habló hasta que s conocieron del todo, ella había esperado algo.
Por temporadas quería olvidarlo y cuando parecía que lo conseguía, él volvía a su cabeza incesante.
Pero no, ella no quería admitir en su propia cabeza loque sentía. Eso significaría dejar atrás todo lo que tenía y enfrentarse a la incertidumbre.
Así que siguió engañandose y nunca pudo saber lo que podría haber pasado entre los dos.
Y cuando finalmente se decidió, él ya se había cansado y había encontrado a otra...
Ella le quería y él no lo sabía( o lo sabía y se hacía el tonto). Pero las cosas eran más complicadas de lo que parecían.
Ella esperaba que él diera el primer paso por miedo a no ser correspodida, si era ella quien comenzaba el juego.
Esperaba una sonrisa, una palabra, algo que la hiciera comprender que no se equivocaba con él.
Pero eso nunca llegaba, o si lo hacía eran unas señales muy débiles.
Desde el primer día que le habló hasta que s conocieron del todo, ella había esperado algo.
Por temporadas quería olvidarlo y cuando parecía que lo conseguía, él volvía a su cabeza incesante.
Pero no, ella no quería admitir en su propia cabeza loque sentía. Eso significaría dejar atrás todo lo que tenía y enfrentarse a la incertidumbre.
Así que siguió engañandose y nunca pudo saber lo que podría haber pasado entre los dos.
Y cuando finalmente se decidió, él ya se había cansado y había encontrado a otra...
El corazón siempre es inconstante, y si ella no lucha y le dice lo que siente es posible que le pierda para siempre. Tiene la felicidad rozando con las yemas de sus dedos... que no sea una cobarde y no la deje escapar.
ResponderEliminarMuy bonito, Damisela :)
Besos polares!