lunes, 26 de octubre de 2009

YO:MALTRATADORA Y MALTRATADA.

Hace unos días, me llegó un correo a mi dirección. Era una persona que solía leer mi blog y quería contarme algo. Yo le pedí permiso para escribir su historia y ella me lo dio. Me he tomado libertades a la hora de escribir, basándome en sus sentimientos y en las emociones escritas:

Hola Damisela,
llevo un tiempo leyendo tu blog y veo cómo tratas el tema de la violencia. Déjame decirte que una mujer no siempre es violentada por un hombre. Las mujeres, o por lo menos algunas de ellas, nos maltratamos a nosotras mismas. Parece que nos gusta el dolor, el sufrimiento. Y te voy a explicar por qué te digo esto.
Hace algunos años que conozco a alguien. Para mi es una persona especial; yo para él soy solo una amiga con la que ha tenido algo, alguna vez.
Nos conocimos, él me gustaba de alguna forma; pero en un primer momento era solo un pasatiempo. Alguna vez nos dábamos algún beso y el resto de las veces( e incluso cuando nos besábamos), los dos sabíamos que éramos solo amigos. Unos amigos muy raros, pero a fin de cuentas amigos.
O eso era lo que yo creía. De repente, le empecé a echar de menos y a veces soñaba con él. Me asusté. Me asusté tanto que empecé a evitarle. Los dos teníamos pareja y los dos les éramos infieles.
Pasó un verano entero sin verle, hasta que empezó septiembre y yo creyéndole olvidado, volví a acercarme a él. Grave error. Volví a sentir ese "algo" dentro de mí. Pero solo podía simular ser su amiga. Hacerle creer que él solo era un amigo y que no había nada más, que solo alguna vez tendríamos algún encuentro. Y mientras le hacía pensar eso, me imaginaba con él a todas horas.
Como era su amiga, todos los lunes me contaba su fin de semana y las chicas que había conquistado...Y yo sentía por dentro que el corazón se me ahogaba.
Intenté olvidarle, pero más allá de lo que yo quería, no hacía más que atraerme a su precipicio.
Y ahí estaba yo, al borde de su precipicio. Al borde de sus labios cuando me hablaba, y en el abismo de sus ojos cuando me miraba.
Y ahí sigo yo, estando a su merced, aguantando las historias de pasión con sus nuevas "amiguitas" y ayudándole en todo lo que puedo. Como una buena amiga, porque eso es lo que soy. Porque él no sabe nada más de mi de lo que yo le he contado y le he hecho creer.
Y esta es mi forma de maltratarme. Porque no soy capaz de enfrentarme a él con mi verdad y mis sentimientos. Porque sigo hiriéndome a mi misma cuando me habla de otras. Porque simplemente me confromo con su amistad y me imagino el resto.
Este es mi maltrato, mi violencia. Y la única maltratadora y maltratada soy yo.

2 comentarios:

  1. hola.. me he quedado pensado enla ultima frase... y cuan cierta es... hemos confundido tanto al amor.. o estamos tan hambrientas de cariño q no nos importa comer pan duro y rancio.. a no tener nada.. por que ?... porque es la pregunta.. que nos lleva a soportar lo insoportable.???
    besos enmielados damisela pero con mascarilla aùn...jejeje

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  2. si...a veces somos tontas. Renunciamos a lo que queremos, a lo que realmente buscamos, tan solo por tener cariño. Con mascarilla aún??a ver cuando te mejoras!!!desde cuando estas con catarro??
    besos para ti también!

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