
Ayer volviendo de las clases en el autobús, me dejé llevar por la música de mis cascos.
Me evadía.
Miré por la ventana y vi un mundo que me estaba perdiendo.
Es increíble lo bonita que puede ser la vida, si uno la sabe aprovechar bien.
Sentía que todo me lo estaba perdiendo, entre las clases de inglés, los exámenes de la universidad, las prácticas..todo!
Y cuando estaba pensando estas cosas, perdida en un mundo que no me pertenecía, el autobús llegó a la última parada.
Y me dieron ganas de decirle al conductor: por favor, ¿podría llevarme hasta el fin del mundo??
Buff, que se pare el mundo, que me bajo...
Me he sentido así tantas veces, que no se que decir ni para consolarte...un beso
ResponderEliminarMe basta con tu coment!
ResponderEliminarGracias!!